miércoles, 8 de julio de 2009

Casos curiosos de censura en videojuegos



Por todos es conocido que muchas de nuestras aficiones están satanizadas por los medios y por grupos de intelectuales, y ninguna se libra, como los cómics, el anime e, incluso, los videojuegos. Procederé a enumeraros algunos casos curiosos de censura.

Empecemos muy atrás en el tiempo, incluso antes de los videojuegos, pero en cierto modo relacionado con éstos. Muchos sabréis que en diversos países hay o hubo leyes contra las máquinas tragaperras ya que mucha gente se volvía ludópata y perdía los cuartos con tan aleatorias apuestas. Ésto ocurrió en Nueva York en 1976, pero lo más curioso del caso es que las máquinas de Pinball, que era un juego que no consistía en conseguir ningún beneficio económico si no en una prueba de habilidad, también fueron prohibidas. El alcalde de aquel entonces, Fiorello LaGuardia, fue fotografiado destrozando algunas de estas máquinas. Lo más curioso es que la mayoría de máquinas confiscadas no fueron destrozadas, si no que fueron revendidas a SEGA, la cual las importó a Japón donde hizo un gran negocio con ellas.


Ahora avancemos un poco más, hasta el año 1989. CAPCOM mostraba uno de los Beat"em all (yo contra el barrio) más conocidos de todos los tiempos, Final Fight. En él teníamos que enfrentarnos a una organización criminal que había secuestrado a la hija del alcalde y para ello podíamos controlar a un policía ninja, al novio de la chica o al padre (que no veáis cómo se las gasta). Uno de los enemigos que nos encontrábamos a lo largo del juego eran unas chicas de estética punky (o como sea, no soy un experto en modas) llamadas Poison y Roxy. El caso es que golpear a éstos personajes no parecía éticamente correcto porque eran chicas, a lo que el creador del juego respondió con que no eran chicas, eran travestis. De todos modos en las versiones de SNES y GBA fueron sustituidas por chicos (también de estética punky).

Ahora avancemos un poco más en el tiempo, casi hasta la actualidad. En el año 2002, la Generalitat Catalana insta a retirar Metal Gear Solid, a pesar de que el Ministerio de Sanidad y Consumo argumenta que no tendría por qué porque el juego es para adultos. La Generalitat expone en la queja que el videojuego insta a consumir Diazepam, un calmante muscular que en el juego sirve para manejar mejor el rifle de francotirador. Por supuesto, no insta al jugador a tomarlo, si no que lo tome su personaje, Solid Snake, pero se supone que así está haciendo publicidad de un medicamento que requiere prescripción médica y éso va contra la ley. Lo más curioso del caso es que la denuncia se hace cuando ya llevaba tiempo en el mercado la segunda parte del juego.


Dramatización cómica de la escena


Ahora llegamos a la actualidad, y nos situamos en Alemania. Recientemente se están intentando aprobar leyes que prohiban en su totalidad los videojuegos violentos, tanto en su comercialización como en su desarrollo. En Alemania la censura de este tipo de videojuegos es algo ya conocido, pero la erradicación total por estas vías curiosamente coincide con la aproximación de las próximas elecciones en el país, curioso, ¿no? Además, ésto no afecta solo a los videojuegos, también a deportes como el Paintball, por considerarse una actividad violenta.

Situémonos ahora en el 2005, año en el que salió el Grand Theft Auto San Andreas para ordenador. Es cierto que hay muchas asociaciones en contra de este videojuego, pero en ese mismo año también salió un mod, Hot Coffee, que activaba un minijuego de relaciones sexuales. ¿Resultado? Las asociaciones en contra del videojuego se multiplicaron. Vale, me parece bien que haya asociaciones a las que no les guste ese contenido, pero lo curioso del caso es que haya gente que vea mejor el robo y los asesinatos a las relaciones sexuales consentidas entre dos personas enamoradas (porque, que yo sepa, solo se podía hacer con las novias que el protagonista hiciera durante el juego).

Y no quisiera finalizar este artículo sin mencionar a Jack Thompson, un conocido abogado que se dedicaba a criticar a los videojuegos. Cada vez que había una masacre, aunque el autor de la susodicha no jugase a videojuegos (incluso sin tener consola u ordenador) directamente acusaba a éstos de ser los responsables de la masacre, y no el hecho de que el autor hubiera conseguido con suma facilidad y legalidad el armamente usado en su crimen. El caso es que este abogado en los juicios presentaba pruebas falsas, aún a sabiendas de que eran pruebas falsas, humillaba a los acusados, interrumpía en la sala y tenía un comportamiento violento. El año pasado, fue juzgado por éste comportamiento, así que envió una carta llamando Perra loca, entre otras cosas, a la jueza que llevaba el caso. ¿Resultado? Desde Septiembre del año pasado ya no puede ejercer la abogacía, aunque sigue trabajando de tertuliano en la televisión para poner a caldo a los videojuegos.

Irónicamente, uno de los videojuegos que más ha atacado (incluso argumentando mentiras obvias) es la saga Grand Theft Auto. Lo más curioso es que ahora resulta que tenía acciones de Rockstar, la desarrolladora del juego. Ver para creer.

Hay muchos casos más de censura relacionados con el mundo del videojuego, pero mejor los dejamos para otra ocasión.

Extraido de Jesulink

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